Villa Borghese: El parque de las maravillas de Rom
¡Hola pequeños exploradores! ¿Listos para una aventura en el corazón verde de Roma? Con esta audioguía visitaremos Villa Borghese, un parque sugestivo y romántico lleno de estatuas, fuentes y templos escondidos. Juntos caminaremos entre arte y naturaleza, así que mochila al hombro... ¡vamos!
Bienvenidos a Villa Borghese
¡Hola pequeños exploradores! Hoy estáis en uno de los lugares más bellos de Roma: ¡Villa Borghese! Es un parque enorme, con árboles centenarios, fuentes mágicas, estatuas, templos y... ¡incluso un museo lleno de obras maestras! Hace mucho tiempo, en 1605, un hombre muy importante, el Cardenal Scipione Borghese, decidió transformar una viña en un lugar especial donde el arte y la naturaleza pudieran convivir. ¡Era el sobrino del Papa, así que tenía un montón de ideas y poder! Mandó construir una villa hermosísima, que hoy se llama Galería Borghese, y alrededor creó jardines, avenidas arboladas, fuentes y estatuas. Con el tiempo, la Villa Borghese ha cambiado muchas veces: en el siglo XVIII otro príncipe, Marcantonio Borghese, añadió templos, lagos y nuevas estatuas. ¡Imagínate que el Templecillo de Esculapio, en medio de un lago con barcas, parece salido de un cuento de hadas! ¿Y sabéis algo curioso? En el pasado, aquí se organizaban fiestas, conciertos e incluso espectáculos con fuegos artificiales. Luego, en 1903, la Villa fue donada al Municipio de Roma y se convirtió en un parque abierto a todos. Hoy Villa Borghese es como un gran museo al aire libre: se puede caminar entre árboles antiguos, ver estatuas y descubrir historias hermosas. ¡Prepárense, nuestro viaje está a punto de comenzar!
Puerta Pinciana
Comenzamos nuestro recorrido desde una entrada muy especial: Porta Pinciana, una puerta antiquísima que forma parte de las Murallas Aurelianas, construidas hace casi 1800 años para defender Roma. El nombre proviene de una familia importante, los Pinci, que vivían en esta zona hace muchísimo tiempo. Cerca de Porta Pinciana se encuentra la Plaza del Museo Borghese, donde se puede ver la villa que el Cardenal Scipione quiso construir para sorprender a todos. El edificio es elegante y está rodeado de árboles altísimos y fragantes, como pinos, encinas, cedros y plátanos. ¡Algunos son tan viejos que podrían haber visto al cardenal en persona pasear por el parque! En su momento, los visitantes quedaban encantados con este lugar y... ¡no querían entrar más! Se cuenta que muchos pasaban horas solo observando el paisaje, incluso antes de poner un pie en el museo. La villa es en verdad un lugar mágico donde la historia y la naturaleza se encuentran. Y ahora... ¿están listos para descubrir las próximas maravillas de Villa Borghese? ¡Vamos!
El Jardín del Lago y el Templo de Esculapio
En el corazón de Villa Borghese hay un lago muy especial: ¡es el Jardín del Lago! Este lugar fue creado hace más de doscientos años, cuando un arquitecto italiano, Antonio Asprucci, junto con un experto en jardines inglés, Jacob Moore, decidieron construir un rincón romántico lleno de naturaleza. En el centro del lago se encuentra un pequeño templo dedicado a Esculapio, el dios de la medicina. Tiene columnas elegantes y está decorado con animales simbólicos como búhos, gallos y cabras. Pero lo más hermoso es que puedes admirarlo desde un bote. ¡De hecho, es posible alquilar una barca y remar lentamente sobre el agua, tal como lo hacían los caballeros elegantes del siglo XIX! Hace mucho tiempo, en los jardines también se podían tomar prestados libros para leer a la sombra de los árboles. Y durante las guerras, aquí se cultivaban verduras para ayudar a quienes lo necesitaban. Hoy en día, el Jardín del Lago es uno de los lugares más amados del parque, perfecto para soñar, descubrir y disfrutar en medio de la naturaleza.
La Galería Borghese
Dentro de Villa Borghese hay un hermoso palacio que alguna vez fue el hogar de un cardenal muy poderoso: su nombre era Scipione Borghese. Amaba profundamente el arte y quería crear un lugar especial para reunir todas sus pinturas y estatuas favoritas. Así nació la Galería Borghese. Aquí puedes ver obras muy famosas de artistas como Caravaggio, Bernini, Canova y Rafael. Hay estatuas que parecen vivas, como "Apolo y Dafne", y pinturas que narran historias increíbles, como el "David con la cabeza de Goliat". La villa también era un lugar para pasear y cazar, y contaba con un jardín ordenado y lleno de fuentes. Algunas de las decoraciones fueron vendidas a Napoleón, pero muchas bellezas permanecen aquí para ser admiradas por todos. Scipione Borghese era tan apasionado que incluso llegó a "robar" un cuadro de Perugia porque lo quería a toda costa. Hoy, la Galería es uno de los museos más bellos de Roma, lleno de historia y maravillas.
Los jardines ocultos
Cerca de la Galleria Borghese se encuentran unos jardines ocultos: ¡son los Giardines Secretos! En el pasado, solo estaban reservados para el cardenal Scipione Borghese y sus invitados más especiales. Eran como pequeños mundos verdes donde relajarse y disfrutar de la belleza de las flores. Existía el Jardín de los Melangoli (con naranjos amargos), el de las Flores (lleno de plantas raras), el Jardín del Reloj de Sol (con un reloj solar) y el de la Cultivación, donde se cultivaban plantas que luego se trasladaban a otros jardines. Todo estaba cuidado al mínimo detalle: parterres decorados, senderos geométricos e incluso una gran entrada con estatuas de dragones, símbolo de la familia Borghese. Durante la guerra, estos jardines también cambiaron de función y se cultivaban hortalizas. Pero hoy han vuelto a ser tan espléndidos como antes. El cardenal Scipione, orgulloso de su villa, hizo grabar una frase especial que decía: “Yo, custodio de la Villa Borghese, la ofrezco a todos”. ¡Un gesto magnífico que hace este lugar aún más especial!
La terraza del Pincio
¡Imagina subir a la cima de una colina y ver toda Roma a tus pies! Esto es lo que sucede desde la Terraza del Pincio. Desde aquí se puede admirar la Piazza del Popolo, la cúpula de San Pedro y muchos techos y monumentos de la ciudad. ¿Sabes por qué este lugar se llama "Pincio"? Porque estamos en la colina del Pincio, una de las siete colinas de Roma. Los antiguos romanos creían que este era un lugar mágico, donde los dioses venían a observar la ciudad. Hace mucho tiempo, esta zona estaba llena de viñas y jardines. Pero en 1800, un arquitecto llamado Giuseppe Valadier la transformó en un hermoso paseo público. Construyó escaleras, rampas y avenidas curvas, y así nació el famoso Paseo del Pincio. Hoy en día, hay estatuas de personajes famosos, como Dante y Galileo, e incluso un reloj que funciona con agua, llamado hidrocronómetro. ¡Fue construido en 1867 y todavía está allí! La terraza es perfecta para contemplar el atardecer, pasear o hacer un buen picnic. Y gracias a un sendero especial, está directamente conectada con la Villa Borghese. ¡Es uno de los lugares más mágicos de toda Roma!
El Museo de Pietro Canonica
En el corazón de Villa Borghese, cerca de Piazza di Siena, se esconde un lugar especial: el Museo Pietro Canonica. El museo se encuentra en un edificio que parece un pequeño castillo: la Fortezzuola. Hace mucho tiempo, este edificio servía para mantener animales como pavos reales, patos e incluso avestruces, que los Borghese criaban para sus fiestas de caza. En 1927, la Fortezzuola se convirtió en la casa y estudio de Pietro Canonica, un escultor muy talentoso que había viajado por toda Europa. Realizaba retratos y estatuas para reyes, reinas y nobles famosos. También amaba la música y escribía canciones y melodías. Cuando Canonica falleció, donó todas sus obras a la ciudad, ¡así que hoy podemos visitar su museo y descubrir cómo trabajaba! En la planta baja se encuentra su taller, lleno de estatuas, moldes y bocetos. En la planta superior, se entra en su casa, con los muebles originales, pinturas antiguas y objetos personales. Entre sus obras más hermosas se encuentra el busto de Beatrice, inspirado en la mujer amada por Dante. En el museo también hay muchos libros de arte y un archivo con antiguas fotografías que cuentan la vida del artista. Es un lugar tranquilo y curioso, perfecto para pequeños exploradores que quieren ver cómo vivía y creaba un verdadero artista.
El Templo de Diana y la Fuente de los caballos marinos
En Villa Borghese hay muchos rincones por descubrir, pero uno de los más hermosos es aquel donde se encuentra el Templo de Diana. Diana era la diosa de la caza, y este pequeño templo de estilo antiguo está dedicado precisamente a ella. Aunque es pequeño, el templo es elegante y a menudo alberga exposiciones y actividades artísticas. No muy lejos de allí, hay una plazoleta realmente fascinante con una gran fuente en el centro: ¡es la Fuente de los Caballos Marinos! Esta fuente fue construida en 1791 y tiene una historia interesante. En lugar de los caballos convencionales, aquí hay hipocampos, criaturas mitológicas mitad caballo y mitad pez. Echan agua por todos lados y parecen casi bailar en la gran piscina redonda. Se dice que la idea para esta fuente surgió de un sueño del Príncipe Borghese... o de un antiguo camafeo que mostraba caballos marinos. ¿Quién sabe? Cerca de esta fuente, también están las Fuentes de los Dragones. Son más pequeñas pero muy escenográficas. De la boca de los dragones —símbolo de la familia Borghese— sale el agua que desciende hacia una pequeña piscina. ¡Parecen proteger los jardines! Y finalmente, escondida entre los árboles, también está la Fuente de Venus, dedicada a la diosa de la belleza. Aunque no es tan famosa como las otras, contribuye a la magia del parque. Todas estas fuentes hacen de Villa Borghese un auténtico mundo encantado, donde el agua, las estatuas y la fantasía se encuentran.
Villa Borghese
Villa Borghese: El parque de las maravillas de Rom
Idioma del itinerario:
Bienvenidos a Villa Borghese
Puerta Pinciana
El Jardín del Lago y el Templo de Esculapio
La Galería Borghese
Los jardines ocultos
La terraza del Pincio
El Museo de Pietro Canonica
El Templo de Diana y la Fuente de los caballos marinos